He vuelto a perderme por voluntad propia en bosques de
fantasía y caminos difuminados por la arena que, grano a grano, enumeran el
rastro de tu cuerpo.
Huellas de tus pasos, sigo a mi perdición…. Basta con
apartar las ramas de maleza que a veces nos impiden ver la magia, para
encontrarte más allá, en medio de un manantial en el que resuena la embaucadora
melodía de tu cintura rozando el agua….
Te veo, me ves… se acabó la realidad y comienza el sueño:
- - Hola…
- - Espera, no digas nada. No quiero saber siquiera
tu nombre, porque entonces todo se normaliza y yo quiero que sigas llamándome
con tus ojos… los escalofríos que siento si me acerco un poco más no entienden
de nombres, solo entienden de los misterios que aguarda cada poro de tu piel,
solo entienden de los nervios en mis manos por quererte acariciar, de tu deje
incontestable, de tu sonrisa incontrolable, de este tiempo que, aunque corto,
hace orilla en alta mar…. Ahora solo confírmame algo, estarás por poco tiempo
¿verdad?
- - Sí…
- - Entonces te llamaré lady, mujer, mademoiselle o
garota… y nadie podrá realmente entenderme si no me ven desnudo frente a ti,
con mi pecho esperando a que tus pupilas tengan mejor puntería que Cupido, con
mi espalda preparada para ser marcada por la punta de tus dedos, con mi boca,
que hace espacio por probar tus besos
nuevos…. Y bailaremos, si tú quieres, un vals, un tango o una bossa, pero
siempre a menos de tres centímetros de separación, que me gusta llevar y que me
lleven. Suelta todas las riendas, sé que estás aquí para hacer de la fantasía
una realidad, deja que el azul se estrelle en nuestro cielo, toma lo que
quieras, prometo no buscarte luego, aquí nadie vigila, están todos en esa vida
que algunos llaman normal… y este atardecer es un acérrimo cómplice que no dirá
nada jamás….
Cuando al tiempo la fantasía se desvanece y me vuelvo de
pronto a encontrar, sé que tardaré poco en perderme de nuevo bajo atardeceres
mudos, donde me gusta jugar….
Gioseer
