sábado, 27 de julio de 2013

HISTORIAS SOBRE ELIA- FINAL: LA HABITACIÓN

Y de repente me veo sentado en esta sala, con mis manos sobre la cara, como queriendo causar algún tipo de atracción imantada que saque de mi mente todo lo que pudo ser y nunca fue... y nunca será. Estoy en esa habitación donde acabé imaginando que te quedarías, donde nunca volviste a estar…

Los momentos golpean fuertemente la ventana, como una puta tormenta de verano, dejando pequeños cristales con los que he ido sangrando poco a poco.

Creo que hemos sido un experimento de esas probetas de laboratorio, donde se mezclan dos reacciones y acaba saliendo mal… rompiéndose la probeta en apenas unos instantes.

Siento que no hayas sido la que pensaba… siento no haber sido como alguna vez imaginabas…

De repente me di cuenta que si quería olvidar todo solo debía mirar mejor en ti… en tus reacciones, en tu sitio que nunca abandonaste, en todas esas cosas que jamás vi, cegado por una aparente especialidad del momento, en un tiempo donde todo parecía ser… solo en mi cabeza.

Debía estar loco… debo estarlo. Pero se acabó…. ahora dejaré de autoengañarme, de buscar excusas para no afrontar la realidad, de ver que realmente lo imposible es solo equivocado…

Porque si esto fuera una contienda, solo habría un contrincante… yo mismo, el que cayó más allá de lo que no debió pasar de un simple “qué tal”, el que nadó a contracorriente sin saber en qué punto iba a naufragar… pero naufragar, al fin y al cabo.

Se acabó… y me doy cuenta porque en esta  habitación no hay nadie, solo yo.

Porque no hay más genios de lámpara
ni detalles que se escapan,
no quedan más desvelos
ni madrugadas ahogadas
en devaneos, en deseos,
en fugaces instantes de quizás…

Porque mueren sentimientos prematuros,
imágenes contenidas de retina,
pensamientos derribados bajo muros,
caricias de saldo mal vendidas,
besos que saben a despedidas.

Porque no hay París bajo tu falda,
no hay viaje ni sustento
de deseos que perdieron sus alas
al caer más allá de tu cuerpo.

Porque siempre es nunca
y nunca es siempre…
Qué paradoja,
qué equivocación…
se empapa de tormenta
esta habitación…

Gioseer


No hay comentarios:

Publicar un comentario