Resbalan mis deseos
por tus ácidos suspiros
que marcan un solo ritmo
por tu espalda y al compás.
Si me matas que sea tarde
y si me salvas, boca a boca,
no te separes demasiado
que yo quiero respirarte.
En cruz,
amanece en tus manos mi cuerpo,
y por tus labios me sumerjo
hasta llegar a naufragar.
Vas a ahogarme sin remedio,
el calor aquí es el dueño
de esporádicos sueños
donde me haces trasnochar.
Ay preciosa,
juro que cada parte de tu forma
poco a poco me destroza,
con tu pecho haciendo mecha
con mi pecho, a punto de detonar.
En cruz,
y sin apenas inmutarme,
sé que voy a amarte por momentos,
esos en los que estoy dentro
de tu vida al despertar.
En cruz,
aquí me dejas,
caprichosa y consentida,
dueña de ese refrán:
Carpe Diem, vive la vida,
que mañana se verá.
Gioseer
No hay comentarios:
Publicar un comentario